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Fidelidad

El papa del milenio

El Papa del Milenio



Una profecía de Juliusz Slowacki, poeta visionario de mediados del siglo XIX, decía: “A un Papa eslavo le está deparado un trono... Valiente como Dios, afrontará las espadas. Para él, el mundo es fango”. Juan Pablo II, el primer Papa eslavo en la historia, cambia la escenografía del catolicismo: las plazas y los estadios son las nuevas catedrales. Los diarios le dedican grandes titulares.

El matrimonio a prueba

El matrimonio a prueba

  La persona que defiende el amor libre dice: “El amor no es amor si no es 
libre”. Aparentemente, esa persona pone al amor por encima de todo, 
pero no lo pone. Sitúa la libertad individual por encima del amor. Su posición 
equivale a decir: “Te doy todo menos mi libertad, que es lo que más aprecio. 
La aprecio por encima de ti”. No comprometerse ¿es amor?...



El Adulterio

 El amor es la vocación fundamental de todo ser humano. Todos deseamos amar y ser amados sin equívocos. El don del cuerpo en la relación sexual es el símbolo de la donación total de la persona. Esto no se consigue con el adulterio pues esa pareja, al no ser verdaderos esposos, actúan con mentira como si lo fueran, falsean así uso de la sexualidad y se hieren a sí mismos en lo más profundo.

Filiación divina, primera parte

Hay que saborear lo que decía San León Magno: “el don que supera todo don es que Dios llame al hombre su hijo y que el hombre llame a Dios su Padre” (Homilia VI in Nativitate, 4). Toda nuestra vida cristiana es una gran peregrinación hacia la casa del Padre.

La misión del Espíritu Santo es la esperanza, es convencernos de que somos hijos de Dios. Juan Pablo II dijo algo muy profundo: El hombre va descubriendo en sí mismo su pertenencia a Cristo, y en él, su dignidad, la elevación a hijo de Dios, comprende su dignidad de hombre.

Filiación divina, segunda parte

Dios nos conoce hasta el fondo. Ninguno de nuestros esfuerzos se le escapa. El nos sostiene. Es siempre como un padre que enseña a sus hijos a dar sus primeros pasos. Dios es el único que da realmente la alegría. Nos imaginamos que a veces Dios nos aplasta con una mole de sacrificios, cuando son precisamente ellos los que nos alivian. Dios es sensible a nuestras delicadezas, dice Gabriela Bossis. Nada se pierde de los cuidados que damos a nuestra alma y a las almas de los demás. Nosotros no lo vemos pero en el Cielo sí nos ven.

Fidelidad a Dios y examen de conciencia

Solamente viviendo de fe podemos ser fieles. La gente que no es fiel ha perdido la confianza en Dios. La Virgen María es maestra de fe; le dijo que sí a Dios sin saber exactamente todo lo que había de venir con su fiat (hágase). Vivió tiempos de sorpresas – la Anunciación , la Visitación , la carencia de hospedaje en Belén, la visita de los pastores y de los Reyes Magos, la huída a Egipto- y tiempos de normalidad. Ese era el plan divino.

Fidelidad a Dios

Los cristianos de la primera hora tenían un concepto altísimo de la dignidad de su llamada. Comprendían que es imposible ser cristiano de verdad y pactar al mismo tiempo con el pecado.

Un autor del siglo XVI, español, escribe: “Entre todas las cosas humanas, ninguna hay que con mayor acuerdo se deba tratar (...) que sobre la elección de vida que debemos seguir. Porque si en este punto se acierta, todo lo demás es acertado; y, por el contrario, si se yerra, casi todo lo demás irá errado”, escribe fray Luis de Granada (Guía de pecadores).