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¿Evangelio de Judas?

La prensa internacional ha dedicado sendos espacios a la aparentemente novedosa noticia del descubrimiento de un evangelio que tendría a Judas Iscariote como autor. ¿Qué es este manuscritos? ¿De qué trata? ¿Por qué ha suscitado tanto interés? ¿Qué consecuencias tiene?

1. ¿QUE ÉS?

Científicamente datado, se trata de una copia en lengua copta de un manuscrito griego del siglo III o IV después de Cristo que fue restaurado y traducido por especialistas con el patrocinio de la «National Geographic». En sus 66 páginas no sólo se contiene el así llamado «evangelio de Judas» sino también un texto intitulado «Santiago», una carta de Pedro a Felipe y un fragmento de un cuarto texto que los investigadores han decidido llamar provisoriamente «Book of Allogenes».

Los millares de fragmentos que componen el manuscrito fueron descubierto en Egipto en 1978 y finalizaron en propiedad de la fundación suiza Maecenas hasta que en 1983 se dieron a conocer para su investigación. Durante los últimos cinco años la National Geographic Society ha estado financiando los trabajos de restauración y traducción que, según los exámenes científicos, confirman su datación.

Probablemente muchos otros fragmentos queden sepultados en grutas del Medio Oriente junto a otras falaces «historias fascinantes y ensañamientos de Jesús».

El documento presenta a Judas Iscariote de manera positiva y le describe obedeciendo la orden divina de entregar a Jesús a las autoridades para la salvación del mundo El documento parece ser una copia de una redacción de la secta gnóstica de los Cainitas. Ya San Irineo de Lyon, en el 180 d.C., en su obra «Contra las herejías», lo había denunciado como herético

2. DE QUÉ TRATA

El argumento es simple: Judas no traicionó a Jesús, sino que fue su más fiel seguidor. La traición, así, se convierte en un hecho glorioso: Judas es el único que comprende el mensaje de Jesús. Es el Mesías mismo quien encarga al Iscariote realizar para Él un último encargo: llevarle a la muerte.

Judas no sería entonces el discípulo más débil que vende a su maestro, sino copartícipe del plan divino necesario. Según el manuscrito Jesús dice a Judas: «Sacrificarás al hombre que me encierra», que demuestra claramente la tendencia gnóstica del susodicho evangelio, buscando la liberación del espíritu, del cuerpo que lo «aprisiona»

En el documento no se hace ninguna referencia a la crucifixión o a la resurrección. El momento fundamental llega cuando el «Jesús» que se presenta en este pseudo evangelio, dice a Judas: «… Tú superarás a todos los otros. Porque tú harás que sea crucificado el hombre que yo soy». De esta manera, Judas se presenta como el que ayuda a Jesús a liberar su entidad espiritual, su esencia divina, de su cuerpo terreno.

3. ¿POR QUÉ SUSCITA INTERÉS?

No es extraño el fenómeno de interés suscitado en todo el mundo cuando los libros de ficción presentados como fidedignos (aunque con contenidos históricos gravemente errados), como El Código da Vinci de Brown u otros autores, apoyan la creencia de que la Iglesia esconde «verdades» acerca de sus orígenes y no está dispuesta a revelarlas.

La aparente novedad de la aparición de un evangelio apócrifo es parte de un desconocimiento extendido en materia religiosa y literaria. No es el primer texto que aparece en el devenir de los siglos. De hecho, en la actualidad están editados por numerosas editoriales católicas. La pretensión de presentar a la Iglesia como conspiradora de un plan reaccionario que busca esconder cualquier rastro de autenticidad en esta materia es tan falaz que cualquiera puede acudir a una libreria católica y tumbar el argumento. Hoy por hoy, en estas, se pueden encontrar a la venta numerosas copias sobre evangelios apócrifos o gnósticos. No hay ningún intento de esconderlos, el peligro es no estar bien documentado y formado sin lo cual hacemos pasar por real, por Palabra de Dios, lo que en realidad es maquinación de una fantasía humana.

Las diferencias entre este tipo de escritos y los cuatro Evangelios insertados en la Biblia, es que de éstos conocemos con seguridad quiénes son los autores, la rectitud de su doctrina, coherencia, integridad y fidelidad a las enseñanzas de Jesús. De hecho dos de los evangelistas convivieron directamente con Jesús. Por otra parte, es muy difícil dar crédito al hecho de que Judas haya escrito un evangelio. Los evangelios canónicos dejan claro que Judas se suicidó poco después de traicionar al Maestro, con lo cual poco tiempo le quedó para escribir libros. Los cristianos saben que no hay intento de esconder esos otros que desvarían en enseñanzas y rezuman ensueños y visiones.

En el caso del así llamado «evangelio de Judas», se presenta, además, el problema de la temporalidad. Es decir, no se conoce una referencia a él en los inicios del cristianismo, en un periodo anterior a la datación que los expertos de National Geographic Society esgrimen. Sería como si alguno escribiera una obra sobre la Revolución Francesa o la independencia de México y la presentara como una fuente histórica primaria de esos movimientos. El texto del «evangelio judaico» no podría haber sido escrito por un testigo presencial como sí lo fueron dos de los Evangelios de la Biblia (los otros dos habían sido escritos en base a las narraciones transmitidas directamente por los apóstoles a sus primeros colaboradores).

3. AUTENTICIDAD

A pocos días de su aparición, se ha dicho mucho sobre las pretendidas discusiones históricas, religiosas y filosóficas de suyo inexistentes y sólo provocadoras.

Desde el punto de vista histórico-religioso el texto no aporta nuevas evidencias sobre Judas o la muerte de Jesús en la cruz. En cambio, es indiscutible el valor exclusivamente histórico pues se trata de un texto de valía arqueológica datado entre 220 y 340 después de Cristo. Es rico en la medida en que ayuda a comprender y estimar mejor la cantidad y variedad de movimientos gnósticos y heréticos que pretendían acomodar a su parecer la doctrina de los Evangelios canónicos (San Juan, San Lucas, San Marcos y San Mateo).

Hay muchos más «evangelios gnósticos» que no son documentos cristianos en sí pues proceden de una secta sincretista que incorporó elementos de diferentes religiones, incluyendo el cristianismo. Desde el momento de su aparición, la comunidad cristiana los rechazó por su incompatibilidad con la fe cristiana. El «Evangelio de Judas» sería un documento de este tipo. Tendría valor histórico en la medida en que contribuye al conocimiento del movimiento gnóstico, pero no supone ningún desafío para el cristianismo.

Las diferencias esenciales entre la creencia gnóstica y el cristianismo se refieren a los orígenes del mal en el universo, al dualismo y a que la salvación se adquiere por las propias fuerzas… Los cristianos creemos que un Dios bueno creó un mundo bueno, y que por el abuso del libre albedrío, el pecado y la corrupción entraron en el mundo y produjeron desorden y sufrimiento. Los gnósticos atribuyen el mal en el mundo a Dios y afirman que lo creó de modo desordenado. Judas entra perfectamente en la visión gnóstica que muestra que Dios quiere el mal del mundo.

El manuscrito no supone más que una muestra de la faceta de devoción al interior del movimiento gnóstico. Sí sobre el texto herético ya habló San Irineo de Lyon, lo único especial ahora es que el texto está presente. Es interesante por su contenido histórico pero no tanto por su contenido.

Filosóficamente no presenta ningún problema. El punto frágil es presentar y creer que la historia es un hallazgo veraz y revelador en el contenido.

4. CONSECUENCIAS

Como se ha dejado ver, la aparición del pseudo evangelio de Judas no supone ningún problema para el cristiano. Las teorías sobre Judas no son novedosas. En 1973 la ópera rock «Jesucristo Superestrella» y en 1977 la novela de Taylor Caldwell, «Yo Judas», colocan al Iscariote en la línea que muestra la traducción del manuscrito presentado en Washington hace unos días.

Ciertamente no deja de sorprender que en plena cuaresma, amparados en el título de «estudios científicos», se sucedan numerosas investigaciones y publicaciones respecto a la vida y obra de Jesús. No hace mucho se ha afirmado que las condiciones meteorológicas podrían haber hecho que Jesús caminara sobre un pedazo de hielo flotante en el Mar de Galilea, cuando el Evangelio dice que caminaba sobre el agua. Michael Baigent, autor de «Sangre Santa, Santo Grial», ha escrito el libro «The Jesus Papers» (Los documentos de Jesús) en el que recicla la vieja historia de que Jesús sobrevivió a la crucifixión. Básicamente, para quienes rechazan tajantemente la posibilidad de los milagros, cualquier teoría, por extraña que pueda ser, es mejor que las afirmaciones cristianas.

El éxito económico de «El Código da Vinci», próximo a salir en las salas de cine, ha abierto la posibilidad y ha dado incentivos monetarios a teorías de todo tipo. Por lo pronto, el canal de televisión de la «National Geographic» se ha encargado de difundir en una edición especial de dos horas, en 163 países y en 27 idiomas, del domingo 9 de abril, lo que han querido presentar como el mayor descubrimiento en décadas en cuanto a la época de los primeros cristianos. La resonancia y el impacto en mentalidades débiles y fáciles de influir, si no se les orienta a tiempo, será fatal.