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CEM: Comunicado de Prensa 13 de abril de 2010

 

Comunicado de Prensa 13 de abril de 2010

Hace un año los Obispos de México, preocupados por el clima de inseguridad y violencia que se ha venido dando en nuestro país, imploramos la Misericordia de Dios Padre Todopoderoso y la protección de Santa María de Guadalupe, consagrando a México al Espíritu Santo, Señor y dador de Vida.

Por nuestra fe tenemos la confianza que esta Consagración hecha el año pasado no dejará de dar sus frutos. Confiamos en el Espíritu de Dios porque Él ilumina nuestro camino, uniendo las voluntades de todas las personas y de las instancias de la sociedad buscando la paz, la justicia y el bien para todos.

Esta fuerza del Espíritu nos llevó a elaborar la Exhortación Pastoral “Que en Cristo nuestra paz, México tenga Vida Digna”, documento que analiza y propone acciones inspiradas en el mensaje de Jesús de Nazaret y en la Doctrina Social de la Iglesia ante la situación de inseguridad y violencia que azota a México. Nos propusimos alentar el desarrollo integral y ser constructores de paz, intensificar la evangelización y formar en el respeto a los demás, desde la familia, la escuela, la Iglesia y los medios de comunicación.

México tiene ante sí muchos desafíos a la fe, debido al vertiginoso cambio social y cultural, y la pérdida gradual de los valores y prácticas religiosas. Durante esta Asamblea analizaremos y aprobaremos los programas de trabajo de las ocho Comisiones Episcopales y sus respectivas Dimensiones, para hacer una Iglesia que responda desde su propia identidad y competencia a los problemas y necesidades del país. En este contexto decimos una palabra sobre el problema de los abusos sexuales de menores, aunque no es el tema central de nuestra Asamblea.

Los problemas de pederastia se deben a varios factores, la sociedad ha tendido a ser muy liberal en ética sexual y se ha promovido la no prohibición, sino la tolerancia a todo desorden; ahora vemos las consecuencias. Ha faltado verdaderamente más educación sexual desde las familias y las escuelas, sin reducirla a una mera información genital, que a veces lleva a un libertinaje sexual.

En cuanto a los casos de pederastia clerical, asumimos lo expresado por el Sr. Cardenal Norberto Rivera Carrera en la Misa Crismal de Semana Santa, donde reitera, de una forma clara y decidida que en caso de pedofilia, “tolerancia cero”. Si bien en un pasado se cometieron errores no actuando con prontitud ante estas situaciones que tanto ayer como hoy denigran el nombre de Cristo y su Iglesia, hoy ninguno de nosotros se prestará “a hacer arreglos o componendas en perjuicio de la víctimas”.

Lo expresado por el Papa Benedicto XVI en la carta dirigida a la Iglesia de Irlanda resuena en toda la Iglesia Universal, quien dolida por todos estos actos, ha pedido perdón a las víctimas y sus familias, e invita también, aún en tan difícil situación, a perdonar y a reconciliarse con la Iglesia.

También nosotros, hoy como Pastores, queremos pedir perdón a aquellos que han sido víctimas de abusos por parte de sacerdotes deshonestos, que con sus abominables acciones han dañado a niños inocentes, traicionado su ministerio, ensuciado a la Institución y manchado la figura sacerdotal.

Estas situaciones que nos llenan de dolor y tristeza nos marcan un camino de penitencia, conversión y purificación en la verdad para alcanzar la justicia. La verdad es un método de vida cuya premisa es el reconocimiento de la realidad. Con ello queremos expresar que no nos opondremos a que las autoridades civiles intervengan y hagan cumplir la ley en estos y otros casos que se haya infringido.

El camino por el que ha optado el Papa es la purificación en la verdad, y esto remonta sus orígenes a la predicación y testimonio de Cristo; es la ruta de la penitencia que parte del reconocimiento del pecado, la reparación y justicia para las víctimas y agresores, de cambio radical de vida y de reconciliación para reconstruir por la caridad una comunidad de hermanos.

La valentía con que se ha expresado Su Santidad Benedicto XVI, no siempre ha sido comprendida. Son muchos los ataques que se hacen virulentos e injustos, no solamente en el álgido tema del abuso y maltrato a menores, sino también en la malinterpretación de su mensaje en el impulso por la vida y los valores de la familia. Parece que se le quisiera hacer fracasar en su lucha por la dignidad del ser humano.

En este Año Sacerdotal que el Santo Padre nos ha presentado la figura de San Juan María Vianey, como modelo sacerdotal. Pedimos al Santo Cura de Ars su intercesión para revitalizar nuestra vida en el ministerio que se nos ha conferido como sacerdotes, siguiendo el ejemplo de innumerables presbíteros que con su vida han dado un fehaciente testimonio de la fe en Cristo.

Nos encomendamos a María Santísima de Guadalupe, que nos cuide y proteja y nos acerque a su Hijo Jesucristo para ser sus discípulos y misioneros en fidelidad al Evangelio.

Por los Obispos de México,

+ Carlos Aguiar Retes

Arzobispo de Tlalnepantla

Presidente de la CEM

+ Víctor René Rodríguez Gómez

Obispo Auxiliar de Texcoco

Secretario General de la CEM